
Receta de pisto. El pisto es una de las recetas de cocina española más saludables. Su amplia variedad de verduras es capaz de aportar numerosos nutrientes a nuestro cuerpo. Además, es una de esas comidas fáciles de hacer y deliciosas.
Receta de pisto
El pisto podemos tomarlo solo o acompañado en forma de guarnición. También podemos añadirle ingredientes para darle un toque diferente. Algunos ejemplos son espolvorearle queso rallado por encima, tomarlo como acompañamiento de algún tipo de carne o con un huevo frito por encima para que la yema vaya bañando todas las verduras al partirlo.
El pisto solo puede formar parte de esas recetas saludables bajas en calorías. ¿Por qué? Por su alto contenido en verduras. Gracias a ellas, aportamos a nuestro cuerpo altos contenidos en fibra, vitaminas y minerales. Todo ello con unos niveles muy bajos en calorías que convierten al pisto en una opción perfecta de comidas fáciles para tomar en el almuerzo o como cena.
Sin duda, una excelente opción dentro de las recetas de cocina española.
Ingredientes del pisto
Cantidades para cuatro personas.
- 2 ó 3 Pimientos.
- 1 Cebolla grande o 2 pequeñas.
- 2 Tomates grandes y maduros.
- 2 Calabacines.
- 1 Berenjena.
- Sal.
- Aceite.
Cómo hacer la receta de pisto
- Picamos toda la verdura en cuadrados pequeños de 1 cm aproximadamente para que se haga bien. Cortamos la cebolla, el pimiento, el tomate, los calabacines y la berenjena.
- Echamos aceite suficiente en la sartén hasta que se cubra la base. Una vez que que esté caliente, vertemos todas las verduras y echamos sal al gusto.
- Añadimos unos dos dedos de un vaso de agua. Lo ponemos a fuego medio tapado y vamos removiendo poco a poco hasta pochar la verdura. Aproximadamente en 10 ó 15 minutos ya estará hecho.
Sin duda, el pisto es una de las recetas fáciles de hacer y bajas en calorías más nutritivas. Puedes prepararlo para tomar cenas ligeras o comidas fáciles de preparar en cualquier momento.
No es necesario tomarlo recién hecho y se conserva bien en frigorífico. Una vez hecho, basta con calentarlo en el frigorífico y… ¡Listo!
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